Desde que inició la tendencia para tener presencia con campañas en Google Ads (SEM – Search Engine Marketing) y generar anuncios en internet para promocionar ofertas, contenidos y nuevos negocios, todos nos hemos empeñado en aprender cómo sacarle el mejor provecho a cada inversión que hacemos en plataformas digitales.
Nos hemos dedicado a entender lo que es una Conversión, un Costo por clic, Impresiones, etc., en Google o redes sociales, con la idea de sacarle llegar de manera efectiva a una audiencia cuidadosamente segmentada.
Este nuevo entorno – tan lleno de optimización –, nos ha volado la cabeza, al punto de que justo cuando creemos que lo tenemos dominado, viene un vuelco de esos recurrentes y sentimos como si volviéramos al punto inicial. Entendemos la mitad y hay que tomar papel y lápiz para actualizarse de nuevo.
Será que, con tanto movimiento y concentración en la internet, ¿dejamos de lado la publicidad tradicional en las campañas de marketing y comunicación?
Publicidad impresa con la mirada fija en tu público objetivo
¿Publicidad impresa? ¿Es en serio?
Sí, esa es la pregunta que nos hacemos luego de llevar más de 10 años rodeados de un discurso en el que los canales de comunicación tradicional parecen haber tenido que dar un paso al costado.
Sin embargo, a raíz de esto caemos en la tendencia humana de querer medir todo con la misma regla, de querer encajar todas las piezas en el mismo rompecabezas, aunque se doblen en el intento.
Asumir que nuestro público objetivo está reunido en internet – esperándonos en los canales digitales que hoy conocemos –, es tratar de pasar por alto principios básicos del marketing que parten de la necesidad de conocer dónde está tu audiencia, cuáles son sus intereses, sus criterios de selección y decisión de compra.
Es justo allí donde afirmar que la publicidad impresa, aún hoy, tiene un espacio tan importante en una campaña de comunicación es válido y justificable. Si bien hay portales digitales que tienen un excelente alcance en la comunicación, hay medios impresos que llegan fácilmente a audiencias cerradas y de nicho con un impacto diferente.
3 ventajas de la publicidad impresa
Ahora que retomamos el tren con destino a darle una “segunda oportunidad” a la publicidad tradicional, entendiéndola como una acción de peso en las estrategias de mercadeo, es momento de referirnos a 3 aspectos que le dan peso y que aún hoy la hacen más fuerte frente a la publicidad en digital.
¡Momento! Antes de seguir en este tren de las segundas oportunidades…
Vale la pena aclarar que en este artículo nos referimos a publicidad impresa como el tipo de piezas de promoción que va desde los publireportajes en prensa, pasando por vallas publicitarias, productos de merchandising, folletos, volantes, carteles en medios de transporte, entre otros.
Ahora sí, retomando, luego de ponernos en la misma frecuencia, es hora del conteo a favor de la publicidad tradicional (impresa):
- El tiempo de exposición en opciones como la publicidad en vallas, por ejemplo, se piensa como una acción con visibilidad como mínimo por un mes. En este punto se diferencia de la publicidad en digital, que por el contrario, tiene salidas al aire por horas o un par de semanas, cuando se extiende más de lo habitual. Igualmente algunas tienen un «paso obligado» por su ubicación principalmente.
- Del tiempo de exposición llegamos a la recordación, entendiéndola como la probabilidad de que esa audiencia guarde en su mente la pieza publicitaria o el mensaje al que le estamos exponiendo. Este es probablemente uno de los “ases bajo la manga” de este tipo de publicidad cuando se compara con el mundo digital.
En redes sociales, por ejemplo, la exposición de los usuarios es tan segmentada, pero a su vez tan frecuente y fugaz, que son pocos quienes pueden recordar con algún grado de detalle ese anuncio que vieron en Instagram mientras veían las fotos de su cantante favorito de vacaciones en Cancún.
¿No estás tan convencido? Haz tú el ejercicio.
¿Recuerdas alguno de los anuncios que salieron en la pantalla de tu celular la última vez que entraste a tu cuenta de Facebook o Instagram?
Que seguro no fue hace más de 20 min…
- Sensación de credibilidad: en países como Colombia, donde el auge del internet no lleva más de 15 años, los anuncios en medios de comunicación impreso de tradición o en lugares emblemáticos de la ciudad, son percibidos como un validador de credibilidad que solo algunas marcas con reputación consolidada, o aquellas que siguen esa línea de “calidad” o “ética”, pueden darse el lujo de costear.
Si tu público hace parte de ese grupo de la población que ve allí un ingrediente de reputación legítimo, bien deberías considerar esta ventana como una opción para tu marca o producto.
De la desmitificación sobre el papel de la publicidad impresa, pasemos al momento apropiado para darle luz: la etapa.
El acompañamiento que se hace con publicidad impresa debe ser transversal.
Entendiéndolo así diremos: mucho más fuerte quizás en la fase de Awareness – fase inicial de comunicación –, con el propósito de generar curiosidad y conocimiento del público sobre la campaña, y sostenida en el tiempo; recurriendo a los anuncios en medios impresos de gran circulación, especialmente en rotación de fin de semana.
Escenarios fuera de los medios: como ya hemos aclarado que no se trata solo de periódicos o revistas, es importante mencionar espacios propicios para la difusión de publicidad impresa en la etapa inicial de reconocimiento. Hablamos de distribución y visibilidad en puntos de venta, ferias, eventos académicos, reuniones comerciales, talleres, conferencias, etc.
En cualquier caso, la implementación de este tipo de publicidad, que catalogamos dentro del grupo “tradicional”, va ligada a los objetivos de comunicación que tenga tu marca o producto, establecidos en la estrategia de marketing global.